sábado, 2 de diciembre de 2006

LA CASA URQUIAGA

La Histórica Casa Urquiaga se encuentra situada en la plaza mayor de la ciudad de Trujillo. El solar que ocupa fue concedido al conquistador y fundador de la ciudad don Rodrigo Lozano, primer Alcalde Ordinario de la ciudad, quien edifico ahí una de las primeras casas trujillanas que habito con su esposa e hijos. Sus herederos la vendieron a don Pedro de Olmos de Ayala.

En 1604, el Cabildo de Trujillo la eligió entre las dos casas mas hermosas y mejor situada de la ciudad para hospedar al nuevo virrey del Perú, don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey. A la muerte de Olmos de Ayala, en 1616, su casa pasó a ser propiedad del religiosos son Juan de Solo y San Martín.

El terremoto del 14 de febrero de 1619, que dejo en escombros la ciudad, destruyó totalmente la casa. La propiedad paso a manos de las monjas del monasterio de Santa Maria de Gracia de Santa Clara La Real en pago de las deudas que don Juan de Solís y San Martín había contraído con dicho monasterio; las religiosas la vendieron luego al alférez don Juan de Sahagún, Regidor Perpetuo del Cabildo Trujillano, quien edifico una nueva casa usando parte de los cimientos de la antigua. A la muerte del alférez, paso a ser propiedad de su sobrino, el Comisario General de la Caballería del Tercio y Batallón de Trujillo, don Jerónimo de Sahagún y Nuva. Posteriormente, la casa fue comprada por doña Francisco de Verde a Aranda, quien en 1757 la cedió al Convento de San Agustín y al Real Monasterio de Santa Clara. Estos la vendieron a doña Maria Petronila de Aramendi y Ferrer, cuyos descendientes, a su vez, la vendieron el 19 de agosto de 1802 al Ayudante Mayor de Infantería don Juan Antonio de Ochaita y Urquiaga, español casa con la dama trujillana doña Petronila de Urquiaga y Anachuri. Como testimonio de esta época, el Banco posee dos magníficos e históricos pendones; uno con las Armas Reales de Carlos III de España y otro con el escudo de Armas de Trujillo del Perú.

En marzo de 1824, el libertador Simón Bolívar llegó a Trujillo y trabó amistad con don Juan Antonio Ochaita y Urquiaga. Esta amistad, fruto del mutuo reconocimiento de sus ideales patrióticos, impulso a don Antonio a brindar al Libertador su casa en la Plaza Mayor, desde la cual Bolívar organizó gran parte de l campaña emancipadora y promulgó decretos declarando a Trujillo Capital de la Republica del Perú y creando la Corte Superior de Justicia, entre otros, El banco guarda un elegante escritorio del siglo XVII que fue usado por Bolívar. Al morir don Juan Antonio y posteriormente su esposa, la casa fue heredada por la hija de ambos doña Josefa de Ochaita y Urquiaga.

Doña Josefa decidió reedificar su casa; su hijo el doctor Bernardino Calonge y Ochaita asumió los gastos correspondientes. La reedificación, realizada por los Ochaita asumió los gastos correspondientes. La reedificación, realizada por los Ochaita y Urquiaga, se hizo a mediados del siglo XIX, dentro de la líneas del estilo neoclásico reinante en la época, respetando su antigua traza y conservándola de una sola planta, a excepción de las habitaciones fronterizas a la calle que tienen una segunda planta. Los elementos arquitectónicos mas características de esta reedificación son el austero portal de madera al estilo toscano, una ventana labrada en fierro de Vizcaya, los balcones construidos de fierro; los pórticos dóricos del primer y tercer patio que reemplazaron a las columnas azapatadas y las barandas de balaustres torneadas en algarrobo de los antiguos corredores; el pórtico jónico del segundo patio; las nuevas puertas de madera y ventanas de fierro correspondientes al nuevo estilo.

A la muerte de doña Josefa, mujer ejemplar inspiradora de una de las tradiciones trujillanas relatada por don Carlos Camino Calderón, la casa fue valorizada en 14650 soles de plata y adquirida por su hijo don Bernardino, quien compro las acciones de sus hermanos. Bernardino Calonge y Ochaita fue gerente del Banco de Trujillo, el primer banco que existió en la ciudad y que estuvo facultado para emitir billetes, estos fueron impresos en American Bank Note Company, con la firma del doctor Bernardino Calonge y Ochaita. El Banco Central de Reserva conserve algunos de ellos. A su fallecimiento en 1906 y al no haber tenido descendencia la casa pasó, según su deseo, a poder de su sobrino Alberto Urquiaga Calonge casado con doña Julia Ernestina Jacobs Dávila. Con ocasión de celebrarse en la ciudad de Trujillo el III Congreso Eucarístico Nacional, en octubre de 1943, doña julia Jacobs viuda de Urquiaga cedió su casa para hospedar a Monseñor Fernando Cento, Nuncio Apostólico de su Santidad Pío XII.

El 12 de Octubre de 1972 los señores Urquiaga Jacobs, herederos de don Alberto Urquiaga Calonge, formalizaron la venta de la histórica casa trujillana al Banco Central de Reserva del Perú, en la cual se encuentra su sucursal, la misma que se inauguro el 10 de marzo 1973, luego de haber hecho importantes restauraciones.

Edificada en el siglo XVI, en la época de la fundación de la ciudad de Trujillo (1534), esta residencia fue morada de personajes ilustres como el libertador Bolívar. A mediados del siglo XIX fue reedificada siguiendo las líneas del estilo neoclásico reinante en la época, estilo que conserva en la actualidad. La casa, que abarca un área de 2274m², se distribuye en tres patios : el primero vasto, empedrado y con galerías de columnas dóricas, a el se abren antesalas y salas; el segundo es un hermoso y relativamente pequeño espacio cuadrado, con galería de columnas jónicas alrededor de una fuente; y el tercero posee un pórtico de estilo dórico. Los salones, comedores, despensas, galerías, y dormitorios se encuentran enriquecidos por muebles y cuadros de la época, muchos de ellos donados por la familia Urquiaga.

La Casa Urquiaga fue declarada integrante del ambiente urbano histórico monumental de Trujillo por Resolución Suprema N° 2900-72-ED pasando a conformar el patrimonio Monumental de la Nación.

No hay comentarios: