miércoles, 13 de diciembre de 2006

CASA DE LA EMANCIPACIÓN

Casa trujillana ubicada en un solar de esquina, distante una cuadra de la Plaza Mayor. Su portada principal siempre se abrió a la actual calle de Pizarro, conocida antiguamente como “la calle de la plaza va al estanque del agua”. La casa primitiva, edificada en el siglo XVI, desapareció con el violento terremoto que asolo la cuidad el 14 de febrero de 1619, conocido como del “Glorioso San Valentín”.

Consta documentalmente que en 1640, el General de la Santa Cruzada de Trujillo y su Obispado, Don Juan Martínez de Escobar y su esposa doña Magdalena Bazan y Tudela, estaban edificando su “casa principal de morada” ellos habían contratado a los maestros de carpintería Juan Gutiérrez de Faria y Juan Esteban de Faria quienes harían los techos artesonados de madera al estilo mudéjar, puertas, ventanas y balcón de esquina, por el valor de 647 pesos. El general Martínez de Escobar falleció sin ver terminada su magnifica casa. Los restos de esa casa, a través de un piso templado. En Junio de 1645 su viuda vendió la casa, sin estrenar, a don Roque Zubiate.

En el siglo XVIII la casa perteneció y fue habitada por el Maestre de Campo don Francisco de Larrea y Guinea, vizcaíno casado con la trujillana doña Maria Lucia de Villaroel Torres y Toledo. Don Franciso de Larrea fue tesorero de la Santa Cruzada Regidor Perpetuo del Cabildo y en 1745. Alcalde Ordinario de Trujillo. A su muerte, la casa paso a propiedad del Convento de San Agustín de Trujillo. En diciembre de 1790, los religiosos vendieron la casa al maestre de campo don Tiburcio de Urquiaga y Aguirre, vizcaíno casado con la dama doña Petronila de Anachuri y Rucoba, personajes centrales de la casa, en cuya noble descendencia se mantuvo por mas de cien años la propiedad del historico inmueble, hasta el presente siglo.

Refiere el historiador Nicolás Rebaza que en 1823 en parte de la casa se establecieron sucesivamente el Congreso Constituyente de la República y la Casa de Gobierno del Presidente Riva Agüero, razones por las cuales hoy se la conoce como la Casa de la Emancipación.

Dentro del primer periodo de la arquitectura republicana, que abarca desde la segunda década del siglo XIX y constituye la primera manifestación arquitectónica del Perú como nación independiente, la antigua morada familiar de los señores de Urquiaga es uno de los ejemplares mas significantes de la arquitectura civil de la costa peruana.

En la ctualidad es muy notoria la transformación estilistica y el lenguaje arquitectonico que se produjo a mediados del siglos XIX, al abandonar las formas barrocas y rococó, adaptándose a las neoclásicas, buscando la belleza en el renacimiento de las formas puras de Grecia y Roma.

Casa genuina de aspecto netamente señorial, de mucha calidad, de bellas rejas de fierro de Vizcaya forjado, rematadas la exteriores por conopeos de influencia napoleónica.

El magnifico patio principal continua siendo el centro que agrupa a la sala principal y la cuadra. En las habitaciones se abren ventanas de reja finamente labradas en fierro y Vizcaya, que cumplen la doble finalidad de ser un cierre al paso y al mismo tiempo, permite un clima primaveral como el de Trujillo la libre circulación del aire y paso de luz. Las habitaciones nobles de la casa de hallan sobre terraplenes, y en ellas la arquitectura aun pacta con el barroco dieciochesco al conservarse la cubiertas artesonadas de madera, con ménsulas finamente talladas.

El segundo patio o traspatio, crea un ambiente de intimidad, en donde el suave rumor del agua en la fuente labrada en mármol de Carabamba, invita a la reunión familiar alrededor del pequeño jardín; completándose el espacio entre columnas, con barandales y podios de madera que antiguamente sirvieron de base a decorativas ánforas.

En el zaguán y patio principal, la policromía barroca de las paredes fue reemplazada por elementos decorativos de imitación mármol y franjas en azul y ocre amarillo respectivamente, remarcando así la verticalidad del orden arquitectónico utilizado en columnas y cobertura del corredor alto que rodea a este patio, sirviéndole de trasfondo y evitando la monotonía de muros ornados solamente en tonos monocromos.

Exteriormente, en su imponente fachada de esquina, una portada coronada con tímpano triangular es flanqueada con sobrios balcones de antepecho de fierro fundido y elegantes ventanas de reja, con repisas y conopeos.

Después del terremoto de 1970 que la dejó en estado de ruina, la histórica casa fue restaurada científicamente por el banco continental, su nuevo propietario, destinándola exclusivamente a acciones de difusión cultural. El 28 de diciembre de 1972 fue declarada Monumento Histórico Nacional. Desde 1980 el Banco Continental la puso al servicio de la cultura y en sus ambientes realizan mensualmente exposiciones de diversas temáticas, así como múltiples actividades artístico-culturales.

No hay comentarios: